Romper el círculo

Recomiendo leerlo y luego la película para que puedas apreciar mejor esta película

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Hace unas semanas vimos Romper el Círculo, la adaptación cinematográfica de Colleen Hoover en la pantalla grande de la bilogía It Ends With Us.

Gracias a Cine Blancica por la invitación, en la cual disfrutamos de Romper el Círculo, largometraje que está aún disponible en cartelera, y cuenta con el director Justin Baldoni.

Querido lector,

Vamos a comenzar por la breve reseña, donde Lily Bloom se enamora de un neurocirujano tras mudarse a Boston, Estados Unidos, con el objetivo de abrir su propio negocio, dejando el pasado atrás. Sin embargo, el primer amor de su vida retoma el contacto con ella, y ella no sabe qué hacer.

En la primera hora de la producción cinematográfica nos muestran una película romántica, donde un príncipe doctor neurocirujano se enamora de alguien del pueblo que busca dejar su pasado atrás. Pero, no todo es lo que parece.

Detrás de la insistencia del amor, regalos y una vida diferente y llena de lujo se encuentran historias de personas que han vivido violencia familiar y doméstica.

La trama es la misma que en el libro, y esto me fascina porque, en mi opinión, habla de un tema tabú: la “violencia doméstica”. 

Blake Lively encarna a Lily.

El largometraje contó con un presupuesto de US$25 millones y fue distribuido por Sony Pictures. Me encantó la fotografía y la decoración de otoño y primavera, quizás porque son mis temporadas favoritas.

Esta película funciona mejor como drama, Lily y Ryle tienen una química explosiva, ardiente y pícara, y la historia esconde tanto el hecho de la violencia que posiblemente en un microsegundo te hace justificar a Ryle hasta el final, cuando se muestra realmente lo que pasaba.

Nos muestran un que usa todos sus encantos en conquistar a Lily, con detalles, citas y prestar atención a ella como su posible pareja.

Entre los pequeños pasos hacia seguir adelante de Lily, nos muestran su pasado. Es decir, su inicio de relación con Atlas cuando eran jóvenes, su historia y cómo el pasado regresa para calar en su presente y posible futuro.

Un juego de la narrativa que aporta a entender de dónde viene Lily, sus heridas, sus sueños y sus anhelos.

Blake y Justin son un destello de química, y sentí que realmente estaba viviendo su perfecto amor mientras avanzaba el audiovisual. Nunca me decepcionaron con su actuación, al contrario, hasta Atlas, personaje que menos tiempo aparece en escenas, captó mi atención. 

Se cuenta el maltrato físico sin antes contar cómo se llega a ese punto y creo que eso es importante. 

La parte más emocionante de la película que estremeció a los espectadores fue cuando Lily, pese a tener la posibilidad de formar una familia con “el cambio” de Ryle, decide no arriesgarse y darle una mejor vida a su hija Emerson.

Hasta ahí yo, Cine Cultura, hubiera dejado el filme. Sin embargo, continúa con otras escenas (que dan continuidad a la segunda parte del libro).

El contexto de esta película en sí es importante dar visibilidad al maltrato y sobre todo la falta que tenemos de poner límites.

En taquillas

De acuerdo con Box Office Mojo, el largometraje se posiciona en el doceavo lugar de las más taquilleras del año, con un recaudo en taquillas de US$344.5 millones, superando A quiet place: Day one (US$261.7 millones) y The Garfield Movie (US$ 233.2 millones).

Sin embargo, se posiciona debajo de los US$348 millones de Alien: Romulus y los US$370.9 millones de Twisters.

Si bien aún no leo el libro, recomiendo leerlo y luego la película para que puedas apreciar mejor esta película. 

Sobre todo, para desarrollar mejor la violencia intrafamiliar de sus padres, el amor puro y bondadoso con Atlas, y su decisión de romper el círculo de violencia.