Santo Domingo. Anoche disfrutamos del pre-estreno de “Spider-man: A Través del Spider-Verso”, una película que esperaba desde que vi aquella escena post-credito de “Spider-Man: Un nuevo universo”, donde aparecía en pantalla Miguel O’hara.
He de reconocer que en ese momento no conocía el personaje de Miguel O’hara, sin embargo, luego de esta película, a mí en lo particular me gustaría ver algún spin off sobre él. Pero centrándonos en lo que pudimos ver ayer, la película no decepciona, es un encanto visual, que continúa con el estilo de la primera cinta, entremezclando diversos estilos de animación.
La primera vez que vi “Spider-man: Un nuevo universo” (si, porque la he visto como cinco veces), quede anonada con el estilo de animación y sobre todo con el efecto de viñeta de comic que tiene la cinta.
En esta segunda entrega podemos apreciar más esto, y es que cada universo que nos muestra la película tiene una animación diferente, lo que refleja el grado de empeño y trabajo realizado en esta cinta, que no solo trasmite por su estética sino en todo su conjunto.
Lo que viene a continuación podría contener spoiler
En esta ocasión tenemos la oportunidad de conocer un poco más del universo de Gwen Stacy (Spider-Woman) y algo que ya es muy conocido en todas las versiones de Spiderman, que deben sufrir la muerte de un ser querido para ser, quien están llamados a ser. Creo que su historia tiene un buen arco argumental y lo que nos permitieron ver esta muy bien logrado.
Por otro lado, con el mismo estilo de introducción característico de Spiderman conocemos Pavitr Prabhakar y a Hobie Brown, mejor conocido como Spider-Punk, aunque sus personajes no tienen tanto desarrollo, lo que vemos es más que suficiente para complementar la historia de la película, la cual sentí un poco larga, pero a su favor he de decir que tiene mucho que mostrar, y unas excelentes escenas de acción.
La cinta además cuenta con muchas referencias al resto del multiverso arácnido, a otras películas y series de Spider-Man, al Universo Cinematográfico de Marvel y hasta los videojuegos, algo que de seguro encantará a todos los fans del arácnido.
La película desborda información por todos lados, las cuales en algunos momentos se hace difícil seguir, en mi caso tengo claro que debo verla de nuevo para apreciar algunos detalles que creo pase por alto.
Distintos mundos
La dimensión de Gwen Stacy (Tierra-65):
Aquellos que recuerdan la escena artística de los años noventa en el barrio Chelsea, en Manhattan, en una era previa a la gentrificación, o bien aquellos y aquellas que recuerden los videos de Nirvana, podrán sentir una especie de deja vu cuando atisben por primera vez el mundo de Gwen, inspirado por la apariencia de los cómics contemporáneos de Gwen Stacy/Ghost-Spider.
La dimensión Miles Morales (Tierra-1610):
Se trata de Brooklyn y Manhattan, tal y como aparecen en la primera cinta. Lo que permite que este mundo destaque es la combinación del trazado en modelos 3D, los puntos Ben-Day (un método de impresión que implementa puntos de colores, espaciados y combinados, a fin de generar sombreados y colores en las imágenes). Los medios tonos para las texturas y el offset para generar una sensación de profundidad de campo.
La dimensión de Prabhakar (Tierra-50101):
El mundo de este Spider-Man de la India es un mandala de colores y patrones que nadie más que él sabe manejar. Veremos edificios coloridos, de cristal y acero, decorados como vetustos templos de roca, hasta donde alcanza la vista. Arquitectónicamente, su mundo combina lo moderno y lo antiguo. Se trata de una ciudad repleta de gente diversa. Hay ciertos toques alusivos a la cultura hindú, pero la gente y la ciudad son muy contemporáneas.
La dimensión de Miguel O’Hara (Tierra-928):
Miguel es oriundo de Nueva York, una Ciudad de Nueva York del futuro, prístina y organizada, pero con un secreto oculto en su núcleo. En este universo, la clase dirigente ha abandonado el humanismo en favor de un paraíso opulento pero controlado por la Inteligencia Artificial.
El Mundo de Spider-Punk:
A pesar de que en la cinta sólo echamos un somero vistazo, este mundo está basado en la escena punk londinense de los años setenta. A fin de crear un trasfondo visual capaz de rendir homenaje a esa era, los diseñadores investigaron el arte, los cómics y las revistas de la Inglaterra de aquellos años.