No Me Olvides

111

 

Cine
Cultura
asistió a una obra de
teatro, ¡Y cuánto lo disfrutó! Al principio pensó que era sobre un amor
trágico, de esas parejas que se enamoran hasta el tuétano, viven una historia
intensa, viajes, locuras y turbulenta. Hasta que el destino juega en contra y
se deshacen en el primer aliento del ocaso.

Pero, qué equivocada estaba. Era sobre la migración. 

Querido cinéfilo,

Comienzo por el inicio, ¿No?

 

La obra estaba apoyada por el Centro Cultural España e
inició a las 7:00 de la noche. Fue un jueves después de trabajar que me animé,
gracias a la invitación de dos personas, y tomé un moto uber por RD$150 para
llegar a tiempo. Llegué 8 minutos tarde.

Mi primera impresión fue que en la entrada había un muro
roto por la mitad, simbolizando una frontera que divide dos naciones. El
público estaba sentado alrededor del escenario que se deleitaba con los
movimientos de los protagonistas de la obra.

Querido lector,

La sinopsis era clara: Una isla, una herida, dos destinos y
la hostilidad lleva el timón. ¿Qué es la migración? ¿Una pérdida de identidad o
dignidad? ¿Un abandono, un olvido, una humillación o un nuevo comienzo? ¿Y qué
son las fronteras?

La obra sumergió a unos 25 espectadores en No Me Olvides, retozando sus
sentimientos y emociones a través de un juego de melodía que calaba el alma de
los presentes. 
De hecho, es una pieza de teatro performance en la cual
Margarett Sosa y James Alquintor, los protagonistas, intentan encontrar una
respuesta a las preguntas sobre la migración durante 1 hora.

 

Me gustó que su escritor y director Jhak Valcourt se
tomara el tiempo de abrir una ronda de preguntas y respuestas, una minoría
habló sobre sus sentimientos hacia la migración. 
Algo para destacar es que la obra se desarrolló en 2
idiomas: francés y español, lo que ofreció un sentido de realidad de lo que
viven cada día los migrantes. A sinceridad no entendí los diálogos en francés, pero estoy casi segura que expresaban la dualidad de ser un extraño, desconocido o «invasor» en tierra ajena. Admiro la capacidad de los actores de mostrar tanto con su cuerpo, sus expresiones y la duda y miedo en sus ojos tan oscuros como la incertidumbre. Aplaudo su talento de hacer vibrar las emociones y poner un nudo en el estómago a los espectadores. 

Recuerde querido lector, todos, alguna vez, seremos
migrantes de la vida con tan solo cruzar de una provincia a otra. Y, sobre todo, el dominicano se destaca por migrar. Solo hay que recordar los viajes de un amigo, conocido, vecino, primo, tío, colega, jefe o madre, que alzó vuelo para encontrar paz en tanta tormenta. Pero si algo sabemos es que en su corazón añora volver a su tierrita.

Agradecemos las acciones del Centro Cultural España para
promocionar estas obras de teatro de manera gratuita y que une en una sala a
varias nacionalidades. 

 

Querido cinéfilo, 

Esperamos que Jhak decida hacer una tragicomedia o un amor
trágico y allá, desde Cine Cultura,
estaremos en primera fila riéndonos, o quizás, llorando de la vida.

¡Hola! Soy Yulissa Álvarez y hace un tiempito inicié con este proyecto llamado Cinecultura. Soy periodista de formación con seis años de experiencia en periodismo de datos y de salud, pero con un especial interés en el cine, estuve tentada a cambiar de carrera en la universidad, pero me di cuenta de que podría combinar ambas pasiones; el cine y el periodismo, por lo que he realizado varios cursos y talleres en realización cinematográfica y apreciación de cine. Me encanta hablar de películas y series en sentido general, lo disfruto y lo vivo; por mi afición de adolescencia (la lectura) tengo debilidad con las adaptaciones y las películas basadas en hechos reales, también me gusta la música y el teatro. Disfruto de un buen café matutino, me gustan los festivales culturales, al igual que los de comida. ¡Espero que disfruten de nuestro contenido!