Cada
sábado, la Cinemateca Dominicana proyecta un filme criollo, a veces extranjero,
de manera gratuita a las 4:00 de la tarde. El fin de semana pasado no fue la
excepción y unas 30 personas vimos Rafaela.
La
película fue dirigida por Tito Rodríguez y narra la historia de Rafaela,
interpretada por Judith Rodríguez, una joven de un barrio marginal de República
Dominicana que lucha por encontrar su identidad y lograr un futuro
esperanzador.
Comencemos
por el inicio, ¿no?
El
audiovisual de casi 2 horas inicia con una pequeña Rafaela que busca objetos
que pueden servir de reciclaje en el vertedero de Duquesa. Ahí encuentra un
dibujo de Campo Encantado y sueña con dejar atrás su historia a orillas del río
Ozama y encontrar ese lugar que todos los de su entorno han tildado “tu no
perteneces ahí, chula”.
El
elenco lo conformó Esmaylin Morel como Carlo y Anderson Mojíca como El Montro,
personajes que respaldan a Rafaela en la dura vida de los barrios de Santo
Domingo. Mientras, Hony Estrella es apodada La Amante de Mario el Mago. Destaco
que Danilo Reynoso tiene una participación efímera en el filme como un hombre
rico que la banda de Rafaela atraca en su hogar.
Algo
curioso que me llenó de alegría fue ver a mi profesor, de Producción
Cinematográfica en la universidad, Manuel Raposo encarnar el papel protagónico
como Mario el Mago, a la vez se convirtió en el villano del largometraje.
Ya lo
había visto en la pantalla grande en Carpinteros de José María Cabral, donde
interpretó a un privado de libertad, mientras que Judith era la protagonista.
Después
de la pausa comercial,
Querido
cinéfilo,
Rafaela
es la líder de la pandilla que comete delitos pequeños como atracos y robos,
pero el capo del barrio, o sea, Mario el Mago quiere forzarla a trabajar para
él a través de la venta de estupefacientes y asesinatos.
Es una
película que muestra la violencia, la corrupción del sistema policial
dominicano, violencia intrafamiliar entre los padres de Rafaela, el uso de
estupefacientes y la pobreza.
La
historia muestra esa situación social que el dominicano común ignora en su día
a día, pero que sabe que en algún lugar está presente. Rafaela es obligada por
las precariedades a realizar atracos, lo que significa su falta de
oportunidades laborales, educativas y su huida de la casa familiar debido a la
violencia.
Algo
que impacta es que Adelaida, la madre de Rafaela, casi nunca se preocupó por
ella, pero Rafaela siempre se preocupó por su bienestar y su lucha para sacarla
de los vicios y de su pareja.
Entre
encuentros y conversaciones, Rafaela termina con Mario en un encuentro sexual
que luego provocará un embarazo y con la desaparición de él. Esto es un golpe a
la realidad de lo que ella vive en las calles.
Debemos resaltar, desde Cine Cultura, que los personajes usan jergas, frases y oraciones de los barrios dominicanos, como KLK, Ya, Dime a ve…
Según
la plataforma, el filme tendrá una calificación diferente. En IMDb tiene 7.8/10,
siendo la más alta, seguida del 6.5/10 en Decine y 5.9/10 en FilmAffinity.
Luego
de terminar la película, Inés Santos de la Asociación Dominicana de Prensa y
Crítica Cinematográfica conversó con el público para intercambiar opiniones y
pareceres de la película.
Pero
todos concluimos en que el filme termina donde inicia: en el vertedero.
Rafaela
da a luz a su primogénito, mientras la persigue la policía. Cuando la
encuentran, vemos un juego de cámaras donde Tito Rodríguez nos presenta lo que
ve la protagonista: la trampa de Mario para exponerla a la policía y su visión
encontrando su Campo Encantado.
Querido
lector,
¿Viste
Rafaela en cines o en la televisión? ¿Qué te pareció?