Una adaptación que hizo feliz a nuestro niño interior

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Santo Domingo. El live action de Cómo entrenar a tu dragón ha dado mucho de qué hablar desde su reciente estreno en los cines. La película ha sido bien recibida por el público, gracias a una adaptación fiel con muy pocos cambios respecto a la versión animada original, esto ha sido clave para su éxito.  Si la película animada fue buena, el live action debe estar a la altura o incluso superarla. Uno de los aspectos más sorprendentes fue el diseño de los dragones, que resultó ser visualmente impresionante.

La versión animada original se estrenó en 2010, y 15 años después, finalmente podemos disfrutar de esta obra cinematográfica en acción real. Sin embargo, una de las críticas más comunes es que es “un copia y pega” de la original. Pero Sorprendentemente, cuando se hacen cambios significativos, también hay quejas. Es muy difícil complacer al público, sobre todo cuando se trata de una película que marcó la infancia de muchos.

En esta nueva versión se resalta nuevamente la compleja relación entre padre e hijo. Cuando alguien tiene una mentalidad diferente, suele ser etiquetado como “raro”, pero la historia nos muestra que la comprensión y la empatía pueden salvar incluso las relaciones más tensas. Es un mensaje poderoso que sigue vigente.

Los protagonistas son jóvenes actores con poca experiencia en el cine, pero que no quedaron debiendo nada en absoluto con la adaptación. Mason Thames interpreta a Hipo y Nico Parker a Astrid, logrando una química sólida que funciona muy bien en pantalla.

Un dato curioso es que el presupuesto de la versión animada fue de 165 millones de dólares, mientras que el live action contó con un presupuesto de 150 millones, sorprendentemente inferior, considerando lo habitual en estas producciones.

En comparación con el live action de Lilo & Stitch, esta película logró mantener la esencia de la original. En cambio, Lilo & Stitch fue duramente criticada por cambiar aspectos importantes que no agradaron a los fans.

Pero en fin , complacer a los fanáticos de una película que marcó su infancia no es tan fácil, pero DreamWorks lo logró. Cómo entrenar a tu dragón en versión live action es hasta ahora una de las mejores adaptaciones al cine, una experiencia que hizo feliz a nuestro niño interior.