Almut y Tobías se unen en un encuentro sorpresa que cambiará sus vidas. Al embarcarse en un camino desafiado por los límites del tiempo, aprenden a valorar cada momento de su historia de amor no convencional en We Live in Time.
Es una excelente película que nos muestra la habilidad de estar con la persona que más amamos y afrontar juntos los desafíos que surgen en una relación amorosa.
Tienes un gran vínculo con los personajes y los actores se empeñan enormemente en desempeñar su papel principal, a tal punto que no puedes decidir con quién quedarse, si con Andrew Garfield o Florence Pugh, dado que su interpretación y química son impresionantes.
Es importante señalar que esta película no es lineal, lo que podría generar preocupación en algunos; no obstante, si eres alguien que se enfoca en los detalles de una película que relata la historia de manera confusa y desordenada.
No es la mejor película de amor de este año, pero sus actores y el trabajo del director es destacado. Es de valientes narrar una historia de manera que pueda confundir al espectador, por qué puedes confundirlos e incluso llegar a desatenderles.
La dirección es excelente y la edición te obliga a poner atención, flashbacks constantes, idas y venidas que evidencian que vivimos mucho en el pasado y en el futuro, pero la película intenta enfocarse en el presente, lo que la hace atractiva.
Desde mi perspectiva, es una película típica dramática de Hollywood, con un guión y conflicto sencillo, a pesar de tener momentos de dramatismo, todo concluye con un final agridulce y esperado desde el primer momento.
Sobre todo, porque desde las primeras escenas siempre permiten que Almunt pueda elegir cómo morir. Recordé a Will Traynor, de Me Before You.
Todo se resume en: tener una muerte digna.