Santo Domingo. El cine dominicano tuvo una notable presencia en la edición 2025 del Miami Film Festival, con la participación de los largometrajes La 42, de José María Cabral; Olivia y las Nubes, de Tomás Pichardo; y Amanece en Samaná, del director español Rafa Cortés. Las tres producciones fueron seleccionadas para competir en distintas secciones del festival, reconociéndose su calidad artística, narrativa y cinematográfica.
La 42 se presentó el pasado 6 de abril dentro de la sección de documentales, y su inclusión en la programación resalta el impacto social y la excelencia estética de la obra. El documental retrata la vida cotidiana y la resistencia cultural de uno de los barrios más emblemáticos de Santo Domingo, consolidándose como una pieza esencial del cine documental latinoamericano contemporáneo.
Asimismo, Olivia y las Nubes, ópera prima del director Tomás Pichardo, formó parte de la selección de primeras películas, donde fue valorada por su originalidad, sensibilidad narrativa y cuidada estética. La presentación, también realizada el 6 de abril, posiciona a Pichardo como una promesa del cine independiente de la región.
Amanece en Samaná
Mientras que Amanece en Samaná, dirigida por Rafa Cortés (España), se presentó este 9 de abril dentro de la sección Narrative Feature del festival. El largometraje fue rodado en la República Dominicana y es una coproducción entre España y República Dominicana, con la participación de los productores dominicanos Fernando Santos y Rafael García Albizu, de Guasábara Cine.
La película destaca por su propuesta visual, el manejo emocional de los personajes y su conexión con el paisaje y la identidad local, lo cual le valió un lugar dentro de esta importante selección de cine narrativo internacional.
La presencia de estas tres producciones dominicanas en un festival internacional de la envergadura del Miami Film Festival representa un paso significativo para la proyección del cine nacional. Este tipo de plataformas no solo validan el talento y la creatividad de los realizadores dominicanos, sino que también abren nuevas oportunidades para el posicionamiento del país como un referente cultural y cinematográfico en el ámbito internacional.