Santo Domingo. El espectáculo Forever Tango encandiló este viernes en el Teatro Nacional con su música acústica, su danza sincrónica y sensual, su poética del cuerpo y la química acrobática de las parejas.
Apoyado en las notas del programa y uniendo a ellas nuestras observaciones, he aquí el relato: El espectáculo abrió con Preludio del bandoneón y la noche (L. Bravo), presentado por Juan Paulo Horvath & Natalia Turelli, seguido de El suburbio (L. Bravo), en el que participaron los treinta artistas —músicos y bailarines—, en una milonga sin palabras que seduce y demuestra cuán grande, compleja y mágica es la influencia argentina en el mundo. Luego vino En lo de Hansen (L. Bravo), ejecutado por Gonzalo Bogado & Jimena Toñanez.
Entonces llegó el momento de una nostalgia reconocible: Uno, tango supremo en su clasicismo, interpretado vocalmente por Marcela Ríos, que retrata al hombre de tango como un ser profundo que medita sobre el paso del tiempo y lo que este nos deja.
Le siguió Gallo Ciego, interpretado por Pablo Vélez & Daniela Kizyma, dos instrumentistas —bandoneón y violín primo— que demostraron la fuerza de la música acústica.
Después vino Aristocracia (L. Bravo), bailado por Sebastián Martínez & Ayelén Morando, una sobria y elegante pieza dancística que recuerda cómo el tango, alguna vez prohibido, tuvo que emigrar a París en la década de 1930 para sobrevivir.
La nota sorpresiva y agradable la puso No Photos (L. Bravo), a cargo de la pareja cómica Ariel Manzanares & María Noel Sciuto, que se llevaron los aplausos más calurosos por lo inesperado e impactante de su número de humor. Fue una alternativa elegante, un coqueteo divertido. mLe siguió Un Tango (L. Bravo), a cargo de la orquesta.
Llegó el momento de la emoción y el recuerdo con Que Alguien Me Diga, interpretado por la compañía; Tanguera (M. Mores), bailada por César Peral & Soledad Buss, una milonga de fantasía con el sabor de una comedia musical callejera. Luego vino Para Lucirse, a cargo de la orquesta; Zum, nuevamente con Gonzalo Bogado & Jimena Toñanez; y El día que me quieras, en la voz de Marcela Ríos, uno de los tangos arquetípicos de profundo arraigo nostálgico.
El número Tres Parejas (L. Bravo), fue ejecutado por Juan Paulo Horvath & Natalia Turelli, Gonzalo Bogado & Jimena Toñanez, Sebastián Martínez & Ayelén Morando, y Pablo Vélez & Daniela Kizyma, con el fondo mágico de El Bandoneón y La Noche. Tres parejas recorren sus cuerpos. Se regeneran. Es el tango de la resurrección, como indica el texto del programa.
Continuó Celos, por la orquesta, con la actuación de la solista Diana LeGrand.
En Quejas de Bandoneón, Pablo Vélez nos desgarró el alma con su ejecución, y Daniela Kizyma, desde su violín, mostró la nobleza del instrumento y la pasión cuando una mujer se convierte en expresión total del arte.
Luego llegó Un piccolo Don Corleone (L. Bravo), presentado por Ariel Manzanares & María Noel Sciuto, un reconocimiento a ese personaje nacido de la cultura italiana, mezcla de porteño bravo y delincuente siciliano, arquetipo envidiable de una nueva sociedad: rencoroso y corajudo, jactancioso y macho.
Siguieron Romance entre el Dolor y mi Alma (L. Bravo), presentado por Soledad Buss & César Peral; Un Vampiro… (L. Bravo), por Sebastián Martínez & Ayelén Morando; Romance del Bandoneón y la Noche (L. Bravo), con Juan Paulo Horvath & Natalia Turelli.
El cierre: El Músico Ángel, a cargo de la Orquesta Forever Tango, un tributo al amor y al tango. Según el programa, es “mitad alegría, mitad tortura; toca desbordado por una duda permanente: el tango o su propia existencia”.
Bravo, el creador
Cuando un talento piensa y actúa, el mundo cambia. Luis Bravo, el creador del concepto Forever Tango, logra mucho más que emoción y aplausos. Se hizo responsable de dotar al tango de continuidad y de un proceso de internacionalización inolvidable en cada entrega.
Mónica Despradel
¿Cómo agradecer experiencias estéticas de este nivel e impacto?
La respuesta está en el compromiso de una artista y productora como Mónica Despradel, quien ha sido clave para que espectáculos de esta categoría lleguen a República Dominicana. Entre sus aportes destaca la producción de las Galas de Estrellas de la Danza Mundial, iniciadas en 2006 y sostenidas contra viento y marea con admirable arrojo y valentía personal y corporativa, en beneficio de la Fundación Nido para Ángeles.