Santo Domingo. Anoche tuve la oportunidad de ver “Baño de Mujeres” la propuesta fílmica más reciente de Caribbean Films y la verdad es que la disfruté bastante. Me pareció una propuesta refrescante dentro del cine dominicano, bien lograda en muchos aspectos y con un manejo del suspenso que funciona.
Uno de los puntos fuertes de la película es la musicalización. La forma en que la música acompaña las escenas de tensión está muy bien pensada, y en mi caso cumplió su objetivo: más de una vez terminé saltando del asiento por el susto.
El diseño de producción también me pareció muy bien logrado. Se nota el cuidado en la ambientación y en cómo los espacios ayudan a generar esa atmósfera inquietante.
En cuanto a las actuaciones, sin duda Judith Rodríguez y Frank Perozo cargan con el peso de la historia. Judith transmite de manera muy creíble la angustia y el miedo de su personaje, mientras que Frank se transforma en un verdadero trastornado, dando vida a un antagonista que resulta perturbador.
También destaco la participación de Lucitania Suero, me parece muy positivo que Caribbean Films esté abriendo las puertas a nuevos talentos de la actuación, más allá de las figuras de las redes sociales.
Algo que sí siento que necesita trabajarse un poco más son los efectos especiales. Aunque cumplen con lo básico, todavía hay espacio para pulirlos y llevarlos a otro nivel. Aun así, considero que vamos por buen camino y que este tipo de propuestas ayudan a seguir fortaleciendo nuestra industria.
Me llamó mucho la atención cómo decidieron mezclar elementos sobrenaturales con un tema tan real y delicado como la trata y el abuso de personas. Esa combinación, lejos de sentirse forzada, tiene sentido dentro de la narrativa y abre espacio a una reflexión interesante.
En resumen, Baño de Mujeres es una película que logra mantener al público en tensión, con aciertos técnicos y artísticos que la hacen destacar. Salí del cine con la sensación de haber visto una propuesta distinta y bien hecha.