Santo Domingo. En el mundo del cine, el rol del asistente de dirección es esencial para que una película llegue a buen puerto. Aunque su labor no se ve tanto en pantalla como la del director o los actores, el trabajo detrás de cámaras es fundamental para la fluidez de todo el proceso de producción.
Desde Cinecultura conversamos con Alessia Seravalle, una experimentada asistente de dirección que comparte su visión sobre el oficio, su experiencia y los retos que enfrenta en su día a día.
¿Cómo definirías la figura del asistente de dirección?
Yo siempre he dicho que el asistente de dirección es la parte lógica del director. Mientras el director se encarga de la parte creativa, yo soy quien se ocupa de la logística, los tiempos y los detalles que hacen que todo funcione. Me encargo de coordinar y gestionar toda la parte operativa para que la visión del director se materialice de manera precisa en cada escena.
¿Qué implica tu labor específicamente?
Mi trabajo comienza en la preproducción, donde me entregan el guion y yo me encargo de desglozarlo. Esto significa que debo identificar qué actores, qué props, qué vehículos o elementos de arte son necesarios para cada escena. Una vez tengo claro eso, elaboro el plan de rodaje, que no siempre es cronológico, sino que se organiza en función de lo que sea más eficiente para el equipo de filmación.
El plan de rodaje no solo incluye las escenas, sino también las ubicaciones y los tiempos estimados para cada acción. La clave está en saber gestionar los tiempos de cada actividad, porque una mala gestión puede afectar todo el proyecto, generando retrasos y costos adicionales.
¿Cuál es la relación entre el asistente de dirección y el director durante el rodaje?
El director tiene la visión creativa de la película: cómo se deben filmar los planos, la dirección emocional de los actores y el enfoque visual. Yo, por otro lado, soy la encargada de que esas ideas se lleven a cabo dentro de los tiempos establecidos, asegurándome de que todo el equipo esté alineado. Si bien no me meto en la parte creativa, en ocasiones, puedo sugerir cambios prácticos, como ajustes en el guion o en la planificación, cuando se presentan limitaciones de tiempo o presupuesto.”
¿Es posible hacer una película sin un asistente de dirección?
Es interesante lo que dijo Natalie Portman: “Una película se puede hacer sin un director con un buen asistente de dirección, pero no se puede hacer sin un asistente de dirección”.
Es una labor tan compleja y extensa que incluso si el director falta, el asistente puede seguir adelante con la ejecución de su visión, porque ya conoce todos los detalles y necesidades de la película. Claro que se necesita un director, pero el asistente de dirección es quien asegura que todo el engranaje funcione correctamente.
En cuanto a la comunicación con los demás departamentos, ¿cómo es tu papel en la coordinación del rodaje?
En mi rol, la comunicación es clave. Mi trabajo es garantizar que todos los departamentos estén sincronizados.
¿Qué conocimientos debe tener un asistente de dirección?
Es fundamental conocer todos los departamentos. Lo que realmente ayuda es tener habilidades en gestión de proyectos. Un asistente de dirección necesita saber de todo: desde arte, iluminación, vestuario, hasta tiempos de maquillaje. Mientras más se sepa de cada parte del proceso, mejor se puede coordinar el trabajo y evitar imprevistos.
Además, el manejo del tiempo es crucial. Cada segundo cuenta en un rodaje. Saber cuánto tiempo se toma en cada actividad, desde montar una grúa hasta cambiar un lente, es lo que me permite optimizar el tiempo de rodaje y asegurarme de que todo se complete dentro del plazo.
En cuanto a tu experiencia personal, ¿cómo te has desarrollado dentro de la industria?
Empecé como tercer asistente, sin mucha experiencia, pero me encantó la dinámica. Luego pasé a ser segundo y, después de un tiempo, asumí el rol de primer asistente de dirección, un puesto que me ha permitido poner en práctica todo lo aprendido. He tenido la oportunidad de trabajar en proyectos locales e internacionales, y aunque los proyectos internacionales son más complejos, también me han permitido crecer y enfrentar nuevos desafíos.
¿Cuál ha sido el proyecto más retador que has tenido?
“Sin duda, Lost City fue un reto enorme. Fue mi primera película de gran presupuesto y con sets masivos, además de manejar una gran cantidad de extras y un equipo de trabajo muy extenso. Pero a pesar de las dificultades, fue una experiencia increíble, especialmente porque logramos cumplir con todo lo que se necesitaba bajo condiciones difíciles.”
¿Qué opinas sobre la presencia femenina en la industria del cine dominicana?
Mi departamento está liderado por mujeres, y eso me llena de orgullo. Las mujeres somos muy detallistas y organizadas, y eso se refleja en el trabajo que hacemos. Al principio, la industria estaba dominada por hombres, pero poco a poco hemos demostrado que tenemos lo necesario para liderar y que nuestras contribuciones son valiosas. No es por ser feminista, pero realmente prefiero trabajar con mujeres en mi equipo.
Gracias a Alessia podemos conocer un poco el trabajo del asistente de dirección, por lo que podemos inferir que, sin su meticulosa gestión del tiempo, los recursos y la comunicación entre los departamentos, muchas producciones no lograrían llegar a buen término. Como bien dijo nuestra entrevistada, la clave está en la organización y el conocimiento integral del proceso cinematográfico.