Santo Domingo. La película Difícil de romper, en un primer plano, parece insípida, pero no lo es. Es la típica historia que, con varios planos y un mismo fin, lleva al televidente a que, de manera crítica, se coloque frente al televisor para, durante 1 hora y 52 minutos, llenarnos de esa magia envolvente y hacernos entender que esa persona a nuestro lado es lo que realmente importa. Lo demás es lo demás.
Las debilidades de uno y otro, las injerencias de una suegra asfixiante que toma decisiones en la pareja, las frustraciones del pasado y el deseo de tener un hijo (a lo que ella alegando un poco más de tiempo para tenerlo) son algunos de los elementos a tomar en cuenta para el salvamento matrimonial.
La película es protagonizada por Morris Chestnut y Taraji P. Henson, teniendo como actores secundarios a Maeve Quinlan, Eddie Cibrian y Jenifer Lewis, entre otros importantes actores que le daban vida a cada uno de los personajes.
Filmada en 2009
Fue filmada en 2009 y, hoy por hoy, a pesar de que la misma ya tiene casi 25 años en catálogos, es una de las más vistas en la plataforma de Netflix.
Pienso que el momento actual que viven muchos matrimonios, que se dejan llevar por las tibias corrientes de la indiferencia, es de las cosas que, junto al perdón, además de tratarlo en esta película, se deben tomar muy en cuenta antes de que la relación se termine de destrozar.
Otros importantes temas tratados en la misma son la fuerza de la fe, el deseo de superación, la cura interior o emocional de la persona y, sobre todo, la vuelta a tomar el camino de pareja cuando todo prácticamente luce perdido. Estos y otros elementos que no les contaré, es lo que hace digna de recomendar como excelente Difícil de romper.