SANTO DOMINGO.– Una montaña, una comunidad sin luz ni carretera, una tormenta real, una historia que viene del folclor oral dominicano y un equipo dispuesto a darlo todo. Así nació El Día de la Tormenta, la segunda película del colectivo Mentes Fritas y el debut en la dirección de Alexander Viola, una obra que revive el imaginario popular sobre las brujas desde una perspectiva sensorial, íntima y profundamente dominicana.
Inspirada en los relatos que escuchaba de niño en San Juan, Alexander Viola afirma que El Día de la Tormenta surge de la necesidad de contar una historia que reflejará esos cuentos, particularmente aquellas que le narraban su abuela y sus tíos sobre las brujas del campo.
“Ellos no solo estaban contándome un cuento, sino algo que habían vivido. Desde esta perspectiva quería contar algo alrededor de estos temas y de cómo se ven las brujas en los campos”.
Rodada íntegramente en El Ingeñito, Sabaneta, San Juan de la Maguana, la película se convirtió en un verdadero reto logístico y humano. Al momento del rodaje, a finales de 2016, la comunidad no contaba con acceso por carretera ni servicio eléctrico. Para alcanzar la locación, el equipo tenía que transportar provisiones en motocicleta, camión, yola y finalmente en mulos, cruzando un lago y subiendo la montaña.
“Nunca nos faltó comida, nunca llegó fría”, dice Viola, recordando con orgullo una logística tan complicada como eficaz.
Durante un mes de rodaje, el equipo acampó en la cima de la montaña, construyendo incluso la casa del protagonista en el lugar. Sin embargo, la naturaleza tenía su propio plan: “Nos llegó una tormenta, no paraba de llover. Teníamos que adaptarnos a los horarios locos, rodar media hora y esperar otras cuatro para que parara de llover”.
A pesar de las adversidades, o quizás gracias a ellas, la historia tomó forma con una fuerza natural que impregna cada plano.
El Crew
Solo dos actores profesionales participan en el filme: Gerardo “El Cuervo” Mercedes y Miguel “Papachín” Lendor. El resto del elenco lo componen miembros de la misma comunidad que, además de apoyar la producción, se integraron activamente al proceso.
“Fue un proyecto muy bonito, donde la comunidad nos enseñó bastante, involucrándose de lleno y haciéndose parte de la película. El estreno fue en San Juan y ellos estaban muy orgullosos”, comenta Viola.
Desde una mirada cargada de silencio, sonidos y misticismo, El Día de la Tormenta retrata la vida de un hombre que, convencido de que las brujas existen, toma decisiones drásticas por el supuesto bienestar de su comunidad. Basada libremente en un caso ocurrido en la región, la cinta no busca explotar el morbo, sino abrir un espacio de reflexión sobre la religiosidad, el miedo y la percepción de lo sobrenatural en la cultura rural dominicana.
“Para mí lo interesante de la tormenta es que es una película muy sensorial. El espectador se va a sentir parte de este mundo. Es un mundo de silencios, de sonidos, de llenar esos espacios en blanco… Aunque no estés de acuerdo con lo que hace el personaje, tú puedes entender que, desde su punto de vista, lo hace por el bienestar de los demás”, señala Viola.
La película fue escrita y producida por Cristian Mojica, Alexander Viola y Yoel Morales, con dirección de arte de Lucas Martes; edición a cargo de Ramón Alfonso Peña y Juan Bisonó; fotografía de Carol González; música de Andrés Rodríguez y diseño sonoro de Franklin Hernández.
Con seis películas a su haber, el colectivo Mentes Fritas ha sido un laboratorio de experimentación visual y narrativa, y El Día de la Tormenta representa ese inicio por la búsqueda de una identidad dentro de su evolución estética y creativa.
“En ese momento estábamos empujando nuestra forma de contar historias. Era mi primera película como director, y estuvimos rodeados de personas dispuestas a darlo todo”.
Más que una película, El Día de la Tormenta es una cápsula cultural, una memoria audiovisual de cómo el pueblo dominicano ha mirado a lo inexplicable: con miedo, con fe, y con historias que trascienden generaciones.