Creo que la vejez, la nostalgia, la cartelera, el caos del tránsito, o simplemente que estoy pagando casi todas las plataformas de streaming y debo darle uso a esos dólares, que estoy viendo muchas películas ya “viejas”, “antiguas” o “pasada de moda”.
Pero, es lo que hay, porque me recuerda los momentos en que las vi con amigos y familias en el cine.
Querido lector,
Vi Road House, película grabada en República Dominicana en los estudios de Lantica Media, y que recrea un escenario de peleas con su protagonista Jake Gyllenhaal.
La película del director Doug Liman cuenta como el exluchador de UFC, Dalton, inicia a trabajar como encargado de seguridad en un bar de carretera de Florida.
Su propósito es alejarse de la violencia, pero uno pone y Dios dispone, dice el refrán, así que la sangre y la acción estará más presente que nunca en su vida.
Y, déjenme decirles, es una película violenta, con fuertes escenas de peleas y sangrientas. La parte de maquillaje y escenografía jugó un rol clave para sumergirnos y ponernos la piel de gallina a los espectadores con su talento.
La vi en Prime Video, lo que me gustó porque resalta que República Dominicana puede ser sede de grabación de las plataformas de videos por suscripción.
Es una típica película cliché de Hollywood, pero el montaje de cámara, la trama, la postproducción destaca. El filme aborda la corrupción de Florida, el acoso en los bares nocturnos y la tensión entre los protagonistas reluce, aunque sigue flojo.
No hay que analizarla, solo hay que entenderla para disfrutarla. No cuenta con un guión profundo de análisis, pero se pasa un buen rato divertido, y Jake es un personaje que sabe lo que quiere: Mantener el orden cueste lo que cueste, o mejor dicho, le cueste un par de golpes.
Influencia de los reels
Vi un reels de Camila Mendes siendo ascendida a primera clase en vuelo con destino a Londres, y resultó que era su película Upgrade: Primera clase (2024), que comparte escena con Archie Renaux y Marisa Tomei.
Es una comedia romántica donde Ana es ascendida cuando su jefa la envía a Londres de último momento. Durante su vuelo conoce a William, creando un mundo de fantasía y la vida de otra persona, hasta que se encuentra en la encrucijada de decir la verdad o seguir mintiendo hasta regresar a Estados Unidos.
Es una película romántica, de romance ligero, suave, el típico cliché de diferentes clases sociales y económicas. Los protagonistas conectan, aunque carecen de picardía, pero trabajan y se llevan bien.
La directora Carlson Young no abunda con sus escenas románticas, lo que hace del largometraje más llevadero y que gira en torno a la carrera profesional de arte de la protagonista. Cae bien y agrada.
Es de trama ligera, se ve rápido, no usa diálogos complicados, las escenas muestran una dualidad entre la vida rica y fabulosa de ser directora de arte y ser una becaria.
Es buena para verla mientras te pintas las uñas o esperas tu turno en el salón de belleza.
Un documental
Cine Cultura también acepta recomendaciones y por eso vio Fyre: la fiesta más exclusiva que nunca sucedió, en Netflix.
El audiovisual es del 2019 y dura aproximadamente una hora con cuarenta minutos retratando la vida de Ja Rule, Billy McFarland y Andy King.
Básicamente es mostrar la perspectiva al público sobre el fallido festival y exclusivo Fyre, en Las Bahamas, donde a través de redes sociales contrata a supermodelos más famosas para promocionar Fyre.
Filmaffinity indica una sinopsis de que Fyre fue promocionado como un lujoso festival de música con actuaciones musicales de primer nivel y servicios de lujo.
Pero los invitados llegaron a la isla para descubrir que habían sido estafados.
Hairspray
Desde el 2007 cuando la veía en TNT canal 24 en República Dominicana, amé Hairspray, el musical que reunió a John Travolta, Zac Efro, Nikki Blonsky, Amanda Bynes y Adam Shankman.
La película es básicamente de la época del 1970, cuando una adolescente se convierte en una celebridad nocturna después de ganar un puesto en un programa de baile local llamado The Corny Collins Show.
Es un remake del musical Underground, de John Waters. Está en Prime Video.
Habla del activismo, el humor, el romance entre un actor famoso y una chica que quiere estar en la televisión. Aborda ligeramente el racismo.
Hay que verla. Es una de las películas que nunca pasarán de moda, para mi.
La La Land: ciudad de sueños
Por supuesto que Emma Stone y Ryan Gosling, crearán un musical que, aunque un poco largo para mi gusto, es ideal de ver por lo menos una vez al año.
Sebastián y Mia son aspirantes a ser grandes en la vida. Él es un pianista de jazz y ella una aspirante a actriz, quienes se enamoran, pero deben luchar con la ambición de ser exitosos en sus carreras en Los Ángeles.
La película de Damien Chazelle muestra una ciudad estadounidense llena de competencia y carente de piedad.
La música es el centro de la historia, y desde el principio el director muestra el retrato sobre la locura de los protagonistas en unir la perseverancia y la obsesión de convertirse en exitosos.
Me gustó que aborda desde los primeros minutos que los sueños son capaces de romper relaciones, porque se consiguen con cuotas de sacrificio, obsesión y un bálsamo de “cuñas” para alcanzar el éxito.
Los musicales son clásicos y la banda sonora es el personaje principal en toda esta historia.
Ellos muestran sus sentimientos a través de los números musicales, y te envuelven en una atmósfera donde crees que el amor terminará triunfando a la par del éxito, una vil mentira desmontada a través de las estaciones de primavera, otoño, invierno y verano.